Después de mi primer blog sobre mi interrail por Italia, seguiré con otra aventura en trenes, esta vez para intentar "conquistar" el centro de Europa con un itinerario de 3.300 Km: Zurich, Múnich, Neuschwantein, Praga, Terezín, Viena, Hallstatt, Salzburgo, Innsbruck y Venecia.
Este año el itinerario lo teníamos muy claro, solo fuimos haciendo cambios en función de la comunicación de los trenes y demás. A mi fiel compañero de viaje, Edu se unía su hermano Guille.
Día 1:
El viaje comienza con un buen madrugón en la sierra de Madrid, 3 de la mañana. Durante el camino al aeropuerto se nota que estamos nerviosos, siempre que se viaje corre un ligero cosquilleo.
Nuestro avión sale muy puntual y sobre las 8:30 estamos llegando a Bergamo (aeropuerto de Milán) y lo primero que hacemos es ir a la estación de trenes para reservar un nocturno Vicenza - Múnich. Pero nuestra sorpresa llega cuando no hay plazas para ese nocturno, es entonces cuando entra en juego la improvisación.
Lo primero que intentamos es encontrar otro tren nocturno a Múnich desde alguna ciudad, pero esto no es posible. Así que no nos queda más remedio que viajar a Múnich durante el día, llegar de noche y pagar una noche mas de hotel. Sabiendo que es nuestra única posibilidad llamamos a nuestro hotel muniqués para saber si dispone de alguna cama libre para dormir, tenemos suerte y nos dan el OK para dormir en habitación de seis personas. De esta forma disponemos de un transbordo de unas 4 horas para conocer algo de Zurich.
Sabiendo ya cual será nuestro itinerario en el primer día cogemos el primer tren Millán - Zurich, el viaje se pasa rápido en gran medida por que el paisaje es muy bonito. Llegamos sobre las 14 horas y lo primero que hacemos es buscar un sitio económico para comer, vemos un McDonald y allí vamos, nuestra sorpresa llega cuando por tres menús pequeños nos cobran casi 40€...
Repuestos del susto disponemos de unas horas para conocer la ciudad, así que manos a la obra. No tenemos mapa ni información sobre esta ciudad, ya que no teníamos pensado pasar por aquí.
Pero tampoco nos hace falta, nos dirigimos por las inmediaciones del río, llegamos a un lago, nos perdemos por algunas de sus calles y encontramos un parque con una gran vista de la ciudad.
La verdad que es una ciudad que no me esperaba para nada así, me gusta bastante, aunque el gran inconveniente es que Suiza es un país bastante caro, si vienes por unos días no se notara tanto, pero nosotros tenemos que mirar la economía, aun nos quedan 14 días de viaje. Sin tiempo para más nos vamos corriendo a la estación para coger el tren que nos lleve a Múnich.
El segundo viaje en tren se hace interminable, tenemos muchas ganas de llegar y parece que el tiempo no pasa. Llegamos a Múnich a las 23: 30 de la noche y nos ponemos a buscar como locos nuestro hotel, ya que no sabemos si nos admitirán a esas horas. Tenemos suerte y en unos 10 minutos estamos en la puerta y no nos ponen ninguna pega, podemos dormir tranquilos!!!!!
Día 2:
El dia comienza con un buen sueño en el Easy Palace Hostel, una buena forma de coger fuerzas para comenzar nuestra visita por Múnich. La primera toma de contacto con la ciudad es muy positiva, una ciudad muy bonita, pequeña pero con mucha fuerza.
Visitamos sus sitios mas turísticos como la catedral de Nuestra señora, el ayuntamiento, el mercado y por último nos dirigimos al English Garden uno de los pulmones de la ciudad. Un sitio perfecto para tomarte un buen descanso y escapar de la ciudad.
Decidimos comer unas buenas salchichas típicas alemanas y la verdad que están de muerte. La gente en Múnich es muy educada y se muestran muy agradecidos si intentas hablar alemán, cosa que no es fácil.
Ya media tarde decidimos volver a nuestro hotel a descansar un poco, para luego por la noche salir a tomarnos unas buenas cervezas en la plaza del mercado. Es normal que Alemania tenga esta fama con sus cervezas por que son las mejores, y encima están bien de precio.
Después de disfrutar de la noche muniquesa, nos vamos a descansar ya que mañana espera una de las excursiones mas esperadas de este interrail, Neuschwantein.
Día 3:
Nos despertamos pronto para poner rumbo a Fussen, ciudad donde se encuentra el castillo del Rey Loco. En el viaje en tren nos vemos obligados a ir de pie, ya que el tren esta lleno de gente. Según nos aproximamos comienza a llover con mucha fuerza, mares de agua.
Cuando llegamos a la estación de tren decidimos ponernos los chubasqueros y subir andando ya que queremos disfrutar de las vistas. Son unos 5 km hasta la zona de los parking y luego otros 2-3 hasta el castillo. Mientras vamos subiendo la lluvia es mucho mas intensa y esto va provocando que nuestra moral vaya cayendo, somos los únicos que subimos andando. Pero de pronto entre l a niebla y la vegetación se deja ver el primero de los castillos, esto nos daba fuerzas para seguir tirando hacia arriba. En pocos minutos nos encontramos en el parking, y allí comienza a verse el gran castillo de Neuschwantein, simplemente grandioso.
Paramos a realizar algunas fotografías y nos ponemos manos a la obra para llegar hasta sus pies. Una vez que te encuentras a su altura solo puedo decir que es impresionante, tanto por su belleza como por su emplazamiento.
Pero para ver las mejores vistas es necesario seguir subiendo mas arriba hasta alcanzar el famoso puente, un poco mas de sufrimiento pero con una recompensa espectacular.
Las vistas que tienes desde aquí son indescriptibles, no se pueden explicar. Tras unos minutos disfrutando decidimos volver andando a la estación de Fussen para volver a Munich y aprovechar las últimas horas en esta fantástica ciudad. Damos un paseo nocturno y aprovechamos para ir a la cervecería HB, la más famosa del mundo.
Nos damos un pequeño lujo tomándonos unas cervezas de litro y nos vamos a descansar, un día duro, pero casi perfecto. Y mañana rumbo a Praga. Continuara…
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